Aprender a quererse a una misma es básico, y por ello, reconocerme a mi misma que soy una Chica Petite, también. Dicen que no hay nada que te haga más libre que la verdad, y en mi caso, no podría estar más de acuerdo. El día que supe que era una Chica Petite me cambió la vida, y fue gracias al apoyo de CRYSTAL BUBBLE que supe de qué se trataba toda aquella novedad para mi y cómo “vestirme en base a como yo era”.
Ninguna de nosotras se queda libre de no tener sus propias inseguridades. A veces pensar demasiado u obsesionarte con el físico no es buena idea. La complexión física de cada uno es diferente, la estatura, el peso, en definitiva, la constitución. Yo tuve que aprenderlo. Por eso hoy os comparto mi historia, esperando que a alguna de vosotras os pueda servir de inspiración. Me llamo Inma, y así es como descubrí y aprendí que soy una Chica Petite.
Un mundo a descubrir
Muchas veces, todo llega a tal punto de decir, no pienso más en el tema, no quiero seguir haciéndome daño. Hasta que un día llega una persona que te aprecia tal y como eres, para llevarte al sitio adecuado. Esa persona querida es mi mejor amiga, una chica ambiciosa a quien le encanta el mundo de la moda. Está estudiando diseño de moda en Barcelona y su naturaleza inquieta le hace incansable hasta conseguir su meta.
La realidad es que al verme tan preocupada por mi cuerpo, un día decidió que ya era suficiente y que se me tenían que sacar las tonterías de la cabeza. Y sí, sin consagrarse le preguntó varias cuestiones a su profesora de morfología sobre mi cuerpo. Ese día la profesora nos recomendó una sesión de asesoría de imagen de CRYSTAL BUBBLE, en modalidad de sesión privada, la mejor opción para mi carácter y poca destreza a la hora de vestir…
En busca de mi felicidad
Mi amiga me sorprendió llevándome a la cita con la asesora de imagen de CRYSTAL BUBBLE que le recomendó su profesora. Por el camino me comentó que no tenía de qué preocuparme, que me dejaba en buenas manos. Y que excepto por pasármelo bien me olvidara del resto, que ella ya se había encargado de confirmar el servicio y dejarlo pagado online. De camino al lugar de la sesión me contó que ella misma ya había podido hablar con la Asesora de Imagen. Y que en mi caso necesitaba una Asesora de Imagen para orientarme un poco, encontrar realmente mi estilo y recuperar mi felicidad.
Sin saberlo y una vez que estaba ahí conseguí pasar de estar demasiado preocupada por mi físico y altura a interesada de porqué la ropa que llevaba vestida me colgaba de todas partes. Al principio me costó soltarme y contar realmente mis inseguridades, no es fácil, pero poco a poco con la confianza que me inspiraba la Asesora me alegré y empecé a hablar, a sentirme mejor. Ahí es cuando vi que en CRYSTAL BUBBLE se había puesto manos a la obra para ayudarme incluso días antes de tener la sesión, quisieron conocer mi caso particular.
Las inseguridades no deben condicionar tu vida
La Asesora de Imagen muy amable conmigo, me dió la confianza que necesitaba para avanzar. Entendió que soy una persona tímida, que no quiero hacerme notar mucho. También vió y sin que se lo tuviera que contar, que me sentía acomplejada y diferente al no saber qué vestirme por ser muy bajita en comparación con todo mi grupo de amigas. A lo largo de la sesión, analizamos juntas mi cuerpo y me explicó que mi constitución correspondía a la de un cuerpo petite. ¿Y eso qué es? Le pregunté…
Fue a partir de entonces que empecé a encajar las piezas de mi antiguo día a día y a romper con mis antiguas inseguridades. Aprendí por primera vez que como soy una Chica Petite mi complexión es pequeña, e independientemente de cuán ancha o estrecha fuera mi cintura. Me dió unos consejos básicos para vestirme diariamente, me dijo que para las Chicas Petite lo ideal son los escotes en pico, el uso de mangas francesas e incluso minivestidos… serán grandes aliados para mi, usados en su justa medida. Uno de los puntos fuertes sería que marcara bien las curvas para crear una silueta bien estilizada y aportará altura. Que evitara las vueltas en los bajos de los pantalones y líneas horizontales.
Soy una Chica Petite feliz
Mi amiga como es mi amiga y es de las personas que me conoce perfectamente por todos los años de amistad que llevamos, sabe que en realidad no paso del tema. El ser bajita me preocupaba. Y con la ayuda adecuada, ambas aprendimos que me condicionaba mucho qué la ropa no me quedara bien. En resumen, solucionamos en hecho de no sentirme feliz con mi cuerpo y el miedo a elegir la ropa adecuada a mi cuerpo.
Ahora soy una Chica Petite y francamente feliz de saber más sobre mi cuerpo. Unos primeros consejos y aprendizajes clave en imagen, me cambiaron la vida. Empecé a ponerlos en práctica y a salir a la calle con seguridad. Por fin me sentía realmente bien conmigo misma y mi cuerpo. Menos mal, que hice caso a mi amiga, no me dejé llevar por mis inseguridades y visité a una asesora de imagen, a la que sigo visitando periódicamente para seguir trabajando mi estilismo emocional.
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